SOY DE DONDE ESTÉS

Con esta nueva exposición la artista Marina Anaya propone un viaje. Su obra, cargada de optimismo y vitalidad, vuelve a descubrirnos el lado bueno de las cosas, la belleza como necesidad y el color vibrante como el idioma más universal. Sus amantes y naturaleza en bruto evolucionan hacia la fusión absoluta en una declaración de intenciones en la que ni artista ni obra entienden de límites ni barreras.

En una elegante lección de vida, Anaya consigue una vez más capturar la felicidad plena y prolongarla hasta el infinito en cada cuadro. Sus protagonistas se rinden ante una mullida capa protectora que nada tiene que ver con la geografía o los kilómetros, sino más bien con la pequeña república que cada uno proclama en los milímetros que ocupa un beso o en el pequeño territorio que conquistamos a cada abrazo. Son diminutos eslabones de una gran cadena que olvida continentes y océanos para acercar México y España a cada pincelada.

En este nuevo mundo, voluptuoso y feliz, Marina Anaya nos habla de historias comunes, de esas que cambian las vidas y enganchan para siempre. Son momentos difíciles de atrapar, intangibles y escurridizos, que la mente intenta mantener luchando contra un tiempo que diluye la memoria, emborrona rostros y suaviza emociones. Sin embargo, aún quedan unos cuantos seres entrenados, con el alma y los ojos tan abiertos que logran recuperar estos felices recuerdos para hacérnoslos sentir de nuevo como la primera vez. La pintora Marina Anaya es uno de ellos. - Lidia Martín Araujo.